Por qué decidimos utilizar lenguaje no sexista e inclusivo
Como muchas personas han notado, recientemente adoptamos un lenguaje no sexista, con género neutro, en nuestros materiales de comunicación para redes sociales, blogs y boletines. Esto es porque siempre hemos tenido la meta de que nuestro trabajo en Sinergia sea tan inclusivo y respetuoso como sea posible, no solo en cuanto a los animales sino también en cuanto a todas las personas que son parte de nuestra comunidad. Y creemos que de esto es de lo que, en esencia, el lenguaje no sexista e inclusivo se trata: respeto.
Según los contextos sociales e históricos, la forma en la que decimos ciertas cosas puede acarrear muchos significados distintos, algunos más obvios y otros más ocultos. Y muchos de esos significados pueden ser dañinos y discriminatorios. Una de las formas en las que esto puede suceder es a través de la discriminación de género.
¿Qué es el lenguaje no sexista e inclusivo?
Con respecto al género, un lenguaje neutro nos ayuda a evitar asumir el género de una persona. Al mismo tiempo, demuestra que reconocemos la existencia de personas no binarias (aquellas que no se identifican ni como “hombre” ni como “mujer”) y, con ello, también nos ayuda a comunicarnos de forma más apropiada. En muchos idiomas, como español y portugués, el plural o el sujeto tácito estándar es siempre masculino, incluso en casos donde la mayoría de las personas son mujeres. Por lo que el lenguaje no sexista e inclusivo también nos ayudará a dirigirnos a mujeres, quienes son una parte muy importante de nuestra comunidad.
Por ejemplo, en lugar de decir “los veganos” ahora diremos “les veganes”. Este pequeño cambio es eficaz y suficiente a la hora de incluir todos los géneros y evita las falsas generalizaciones. De igual forma, preferiremos el uso de formas neutras, como sería en este caso “las personas veganas”.
Nuestras lenguas no son inmutables
La lengua, sus significados y palabras, como casi cualquier otra cosa en las sociedades, han sido construidas a través de la historia por y para ser funcionales a los propósitos de aquellas personas en el poder: en este caso, los hombres cis (aquellos que han sido asignados el género “hombre” al nacer y aún se identifican con él).
Sin embargo, con la conquista de derechos por parte de mujeres y personas no binarias y su participación cada vez más activa en la sociedad, esta dinámica de poder está (¡al fin!) cambiando gradualmente.
Al igual que la cultura en general, la lengua no está fijada en el tiempo y el espacio. Evoluciona de acuerdo a los cambios que atraviesan las personas que la usan. Cambia a través de generaciones, migraciones, intercambios culturales, cambios políticos o simplemente porque las personas necesitan que cambie.
Muchas personas argumentan que el lenguaje inclusivo no es una forma válida del discurso ya que no está incluido o aceptado por nuestras academias de la lengua. Pero la cuestión es que el lenguaje inclusivo no es sobre una gramática correcta. Es una declaración política que valida la existencia de muchas personas que se han visto obligadas a permanecer en las sombras durante demasiado tiempo. Y, a veces, ¡las academias de idiomas incluso lo adoptan!
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