Las concentraciones de gases efecto invernadero alcanzaron un record en 2018
En medio de un gran debate sobre el calentamiento global y el futuro del planeta, 2018 alcanzó un récord: el año pasado enfrentamos la mayor concentración de gases de efecto invernadero desde que comenzó a registrarse, según la Organización Meteorológica Mundial de la ONU. El CO2 alcanzó el nivel de 407.8 partículas por millón y registró un aumento creciente que el promedio de los últimos 10 años. El gas metano y el ácido nitroso, que son 60% y 40% emitidos por la actividad humana, respectivamente, también tuvieron registros de concentración.
El informe no considera las emisiones de gases, sino las partículas que realmente permanecen en la atmósfera. La última vez que la Tierra tuvo este nivel de concentración de CO2 fue hace unos 3 a 5 millones de años, un momento en que la temperatura del planeta era de 2 a 3°C más alta y el nivel del mar era de 10 a 20 metros más alto.
La situación es tan grave que incluso los objetivos del Acuerdo de París ya no son suficientes para mitigar el calentamiento global, especialmente después de que Estados Unidos abandonó el acuerdo. Ahora, la ONU dice que las emisiones de gases de efecto invernadero deben disminuir a la mitad hasta 2030 para que la temperatura global promedio aumente solo 1,5°C en comparación con los tiempos preindustriales. De lo contrario, es probable que la temperatura aumente 3,2ºC, lo que parece estar sucediendo, ya que el pasado mes de junio fue el mes más caluroso registrado en la Tierra.
Cualquier tiempo desperdiciado después de 2020 podría hacer impracticable el objetivo de 1,5°C y, en este caso, el planeta enfrentará una serie de desastres naturales, tales como desastres como olas de calor y tormentas implacables. La creciente crisis climática podría comprometer los derechos humanos creando un "apartheid climático", según un informe del experto en derechos humanos de la ONU Philip Alston. Las consecuencias van desde lo más palpable, como socavar los derechos básicos al agua, la alimentación y la vivienda, a otros que son menos obvios (hasta ahora), como las amenazas a la democracia y a los derechos civiles y políticos.
¿Pero qué es lo que realmente está causando este fenómeno?
Un reporte de la ONU filtrado en agosto 2019, dice que entre las medidas necesarias para salvar el mundo está un cambio drástico a dietas vegetarianas y veganas. Esto se debe a que la ganadería representa entre el 14,5% y el 18% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por los humanos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la carne de vaca es responsable por el 41% de la emisiones en el sector, mientras que la producción de leche representa un 20% de este. Todo cuenta: desde la producción de alimentos, proceso de digestión de los rumiantes e incluso el almacenamiento y procesamiento del estiércol.
Para tener una idea, el ganado es responsable de más emisión de gases efecto invernadero que el todo el sistema de transporte combinado, es curioso porque de algún modo pensamos inmediatamente en parar de usar combustibles fósiles cuando se trata de reducir nuestra huella de carbono, ¿verdad?.
Pero mira esto: en 2016, sólo tres de las más grandes compañías de carne en el mundo — JBS, Cargill y Tyson — fueron las responsables de más emisiones de gases efecto invernadero que Francia. Las cinco más grandes son responsables por más contaminantes que las principales compañías petroleras, como Exxon, Shell y BP.
Otros impactos ambientales
Sin mencionar otros impactos causados por la agricultura animal. Por ejemplo, ¿sabías que más del 75% de la tierra agrícola mundial (un área equivalente a los Estados Unidos, China, la Unión Europea y Australia combinados) son usadas para la producción de carne y leche? Muchas de estas áreas fueron originalmente bosques nativos y terminaron deforestados por intereses comerciales.
Se pone peor cuando consideramos que estos productos proporcionan sólo un 18% de las calorías y un 37% de las proteínas que consumimos. Una desproporción total del uso de nuestros recursos.
De acuerdo a la ONU, más del 70% de todas las extracciones de agua dulce de todo el mundo se destinan a la agricultura. Considerando que la mayoría de los granos que se producen son usados en la alimentación de animales, es correcto decir que el ganado está consumiendo una gran parte de las reservas de agua dulce.
Primero, es absolutamente necesario políticas públicas del gobierno y también esfuerzos de las compañías. El medio ambiente debería estar en la agenda de todos y no como un “tema” extra.
Entonces, hay algunas medidas que todos podemos tomar para hacer que esto ocurra. Como la agricultura animal es una de las principales fuentes de gases efecto invernadero, es urgente que paremos de consumir todos los tipos de carne, y también lácteos y huevos.
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